EL BUEN DISEÑO - PRINCIPIOS


Entendemos por diseño toda disciplina proyectual que busca ofrecer soluciones. Parte de una fase analítica y técnica que sirve de base para elaborar propuestas creativas. Éstas son evaluadas y desarrolladas posteriormente hasta llegar a un resultado acorde con las necesidades que plantea el problema a tratar. Es una actividad que se aplica a múltiples campos y, por ello, recibe diferentes subnombres (diseño gráfico, diseño de producto, diseño de interiores…).

El diseño está directamente vinculado con los medios de producción y, por ello, es una actividad de peso en la actualidad. Las consecuencias de un buen o mal diseño se multiplicarán por el número de unidades fabricadas, lo que puede acabar generando grandes problemas o beneficios a la sociedad, desde su economía hasta su salud.

Cada uno de los productos del mercado tiene una serie de beneficios, pero también una serie de inconvenientes. Para reconocerlos, debemos atender a los principios del buen diseño. El buen diseño es…      

    1. Innovador: parte de elementos ya existentes y los mejora, introduciendo novedades.

    2. Útil: siempre cubre una o varias necesidades de la mejor manera posible.

    3. Estético: tiene cierta armonía que hace a la obra agradable a los sentidos.

    4. Fácil de comprender: se explica por sí mismo, sin necesidad de instrucciones. La interacción es intuitiva. Esta característica puede extrapolarse más allá del uso, por ejemplo, en el montaje.

    5. Discreto: deja suficiente espacio para la autoexpresión del usuario, de manera que, por ejemplo, pueda adaptar o personalizar el uso a sus preferencias.

    6. Honesto: no pretende manipular al consumidor con falsas promesas. Se presenta tal cual es.

    7. Duradero: permanece útil durante mucho tiempo, dejando de lado las modas y el usar y tirar.

    8. Consecuente con sus detalles: rechaza la arbitrariedad. Cada una de las partes, por pequeña que sea, debe responder a una función.

    9. Respetuoso con el medioambiente: considera tu entorno, por tanto, te respeta a ti. Minimiza la contaminación a lo largo de todo el ciclo de vida, desde la producción hasta el desecho.

    10. Diseño en su mínima expresión: el bueno diseño no debe parecer, en sí, diseño, sino algo que surge de manera natural y lógica. Cuando entras en contacto con una obra de buen diseño piensas, ¿de qué otra forma iba a ser si no?


Marko Menester

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